Los seres humanos evolucionamos, nos transformamos, nos adaptamos; estamos viviendo una nueva era, un momento histórico y una nueva forma de convivir. Seguimos vivos, con una actitud positiva, trabajando colaborativamente y procurando que nada, ni nadie nos quite nuestra felicidad. Los seres humanos evolucionamos, nos transformamos, nos adaptamos; estamos viviendo una nueva era, un momento histórico y una nueva forma de convivir.
Seguimos vivos, con una actitud positiva, trabajando colaborativamente y procurando que nada, ni nadie nos quite nuestra felicidad. Algunos llevamos meses trabajando desde casa, ingeniando nuevas formas de convivir, de laborar, de comunicarnos y de expresarnos. Estamos aprovechando este tiempo, para cumplir la lista de propósitos que ha inicio de año, nos comprometemos y que por lo visto, este 2020 sí se está cumpliendo: pasar más tiempo con la familia, leer más de un libro al año, ver esa serie que tanto nos han recomendado y que no la habíamos podido terminar, aprender a cocinar y por favor: ¡Un paso al frente!, quienes han renovado por lo menos, un área de su casa.
Renovarse, crecer, trascender, todo se transforma; el cambio es una constante, somos seres en continuo movimiento, nos gustan los retos y como buenos mexicanos, somos competitivos por naturaleza. Nunca dejamos de aprender, no todo está escrito, ni todo está dicho. Estamos redescubriendo sensaciones que, hasta hace poco, no les poníamos tanta atención, por ejemplo: desear apretón de manos, escuchar tu respiración, el palpitar del corazón de esa persona que tango amas, abrazar a ese ser que te transmite paz, te llena de energía y que huele delicioso… ¿hace cuánto que no lo haces?
La oportunidad que actualmente se nos está presentando es única; pensar en una reingeniería, en un presupuesto base cero, en reconstruirnos. Tenemos el poder de crear múltiples escenarios, navegar por diferentes rumbos, trazar múltiples caminos, improvisar con lo que tenemos, pero algo que no debemos nunca olvidar es que: el cambio es la única constante.
Como institución cumplimos diez años en GOTH, una década, era 2010 y en la mente de una mujer se maquilaba un sueño, que al día de hoy, es una realidad. En este tiempo, como Organización, hemos madurado y aprendido mucho, tuvimos que cambiarnos a oficinas más grandes, personal que se nos unió, aumentamos nuestros servicios, generamos socios estratégicos, nuevas alianzas;
¡como olvidar las certificaciones!, afianzamos y generamos lazos fraternos; para posicionarnos como una opción sólida, ética, responsable y competente en el mercado del Factor Humano, Contabilidad, Finanzas, Auditoría y Reingeniería Organizacional a nivel nacional
Hablando del cambio, creo que: cambiamos las sonrisas, por las miradas, las salas de juntas, por las pantallas, cambiamos los pantalones, por la ropa deportiva y el algunos casos, por las pijamas, el decir te quiero, al escribir te extraño, cambiamos la distancia, por el tiempo; ahora estamos atentos a los silencios y micrófonos apagados: queremos escucharnos, nos gusta escucharnos. Nunca habíamos estado tan preocupados por estar peinados, igualito y como lo hacía nuestra mamá. Valoramos el ver crecer a quienes nos rodean. Abrimos las puertas de nuestra casa, compartimos nuestra intimidad y nos estamos mostrando más humanos.
Tenemos que aprovechar los cambios, arriesgamos, poner más atención a los detalles, valorar lo que nos rodea. Sentir miedo, es normal, pasa todo el tiempo, entender que a veces las circunstancias pueden ser adversas, pero siempre: impulsar para trascender. La vida laboral exige nuevos retos y en GOTH estamos más preparados que nunca para ello; marcando una nueva etapa, una nueva era, una nueva imagen. Estamos convencidos de que hoy más que nunca tenemos que aportar, proponer, acompañar, asesorar y sumar a las Organizaciones, para que sigan siendo fuentes de trabajo y apoyar a las familias mexicanas.
GOTH estrena nueva imagen y así como lo hicimos nosotros, los invitamos a hacer lo mismo. Tenemos qaue estar más unidos que nunca pensar que el cambio es la única constante y que estamos obligados a impulsar para trascender y que para trascender es necesario innovar, aprovechar las oportunidades y convertirlas en ventajas, reconociendo el trabajo en equipo y confiando en nuestras capacidades
Por último y a título personal puedo compartirles que me es grato y motivo de orgullo pertenecer a la comunidad de GOTH por ende, me siento muy comprometido y honrado de ser parte de este proyecto institucional que, enriquece mi vida profesional y me convierte en un impulsor de proyectos de vida: considero que trabajar en GOTH implica libertad, confianza y honestidad; soy de la idea de que la confianza se da en un ambiente de trabajo colaborativo, de manera profesional, respetando las formas y adaptando los contextos y estar abierto al cambio y que para hacerlo, hay que iniciar por uno mismo.